Demolerán el Centro de Exposiciones de la Recoleta

Semanario Democracia. El centro municipal de exposiciones tiene los días contados. En poco tiempo comenzará la demolición y su reemplazo por un edificio subterráneo en cuyo techo se construirá un inmenso parque. Todos los detalles, en esta nota.

El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ordenará la demolición del Centro de Exposiciones y Convenciones ubicado en La Recoleta y lo reemplazará por una megaconstrucción bajo tierra, a la que le agregará una plaza en el techo que será una especie de continuación de la los Bosques de Palermo y el Parque Thays. Según funcionarios de la administración de Mauricio Macri, la obra costará 40 millones de pesos y en pocos días se conocerán los pliegos de licitación. La semana pasada concluyó el concurso nacional de anteproyectos convocado por el Ministerio de Desarrollo Urbano y la Sociedad Central de Arquitectos. El ganador fue el estudio del perspectivista Edgardo Minond, el mismo que obtuvo el primer premio para el diseño del Parque Cívico de la Ciudad en Barracas, lugar donde se construirán, de no mediar más trabas judiciales, las nuevas oficinas de la Jefatura de Gobierno porteño.

El nuevo edificio, de 20.000 metros cuadrados cubiertos, contará con “una cubierta verde” que según las autoridades “servirá para incrementar el aislamiento térmico, reducirá el efecto isla de calor y ayudará a mejorar la calidad del aire y el ahorro energético”. El ambicioso proyecto enmarcado en los planes “Ciudad Verde”, contrasta con el daño que sufrió, justo en frente del Centro de Exposiciones, la Plaza Alvear (más conocida como Plaza Francia), con la construcción de una estación de la línea H de subte. El año pasado el juez Guillermo Scheibler hizo lugar a un recurso de amparo presentado por los legisladores del Partido Socialista Auténtico Adrián Camps y Virginia González Gass, y paró la obra por entender que la empresa constructora estaba destruyendo la barranca y sacando árboles centenarios. Si bien luego la Justicia falló a favor de la construcción, Mauricio Macri resolvió desistir del proyecto, pero la empalizada amarilla colocada por la empresa Techint aún no ha sido retirada ni la plaza arreglada, panorama que deprime mucho a los vecinos y a los que pasan por el lugar.

Seguramente nadie llorará cuando demuelan el Centro Municipal de Exposiciones, porque, si bien tiene valor afectivo por la calidad de las muestras que se realizaron durante años, como la tradicional Feria del Libro Infantil, no se trata de un lugar de valor patrimonial como lo son por ejemplo, a pocos metros, el Museo Nacional de Bellas Artes o la Facultad de Derecho. Lo discutible es si la Ciudad en estos momentos tiene el dinero para realizar la megaobra, cuando hay escuelas como la N° 20 Rosario Vera Peñaloza, del distrito 2, en el barrio de Almagro, donde se llueven los techos de las aulas y se mojan los cuadernos y libros de los chicos porque no hay plata para arreglos. O cuando en el Hospital Santa Lucía los pacientes deben hacer fila desde las 4 de la mañana para conseguir uno de los pocos turnos que dan, por falta dinero para cubrir cargos vacantes de médicos en la terapia intensiva. Está claro que la gestión de Macri prioriza “lo que se ve”, como la bicisenda, el Metrobús de la 9 de Julio o las construcciones que estén a la vista de todos.

En el caso del nuevo Centro Municipal de Exposiciones, el lugar tendrá tres imponentes salas para 1.650 personas cada una, otras más pequeñas para reuniones y dos restaurantes y cafeterías de mucho confort. Como el Centro de Convenciones se construirá íntegramente bajo tierra, en el techo están previstas lucarnas, especies de túneles solares que permitirán el paso de la luz del día a través de una tubería desde el exterior. El techo será un espléndido parque que continuará en los terrenos donde hoy se emplaza la playa de acarreo de grúas de la empresa STO. Un funcionario del Ministerio de Desarrollo Urbano dijo a Democracia que la firma deberá mudarse y llevar los autos a otro lado, porque el lugar se convertirá en un parque en el que también está previsto un estacionamiento para 900 vehículos. El proyecto contempla también la construcción de otro puente peatonal y la posibilidad de trasplantar algunos árboles de la Plaza Federativa de Brasil, ubicada a pocos metros del lugar.

Por estos días los galpones se ven vacíos y sin cartel a la vista que anuncie alguna exposición. El predio está prácticamente abandonado y en marzo se usará solamente para quienes están abocados a la organización de la carrera del TC 2000 que tendrá lugar en Semana Santa.

El secretario de Turismo de la Ciudad, Hernán Lombardi, señaló que este edificio se “transformará en un icono de Buenos Aires” y fomentará el acceso al arte y la cultura. La renovación del Centro Municipal de Exposiciones parece necesaria pero no urgente. Hay otros lugares, como la escuela que mencionamos, cuyos docentes claman por que se arreglen los techos del colegio y esto no se hace por falta de presupuesto. Mientras tanto los alumnos, como Malena, de 7° grado, deben estudiar con un balde en el pupitre y aun así se les mojan las carpetas. ¿Habrá alguna vez fondos para lo que no se ve?